¿Cómo pasé de una pequeña empresa a una gran empresa en el Área de la Bahía?
#יםמהשבוי Gil Levy #post5
Cuando comencé, los acuerdos por millones de dólares parecían un sueño lejano. Me concentré en transacciones pequeñas, de un tamaño que me pareciera seguro. Quería aprender, ganar confianza y adquirir experiencia. No pensé que llegaría al punto en el que analizaría grandes negocios y jugaría en la cancha de los "grandes".
Pero mientras me movía, me di cuenta: si quiero crecer, tengo que pensar en grande. Cuando se trabaja con inversores, la pregunta no es sólo qué porcentaje ganan, sino cuál es el importe absoluto. En transacciones pequeñas, incluso los buenos porcentajes de ganancias no se acercan a las cifras que realmente les entusiasman.
Entonces, ¿cómo te mueves para jugar en esta cancha?
No sucedió en un día. Hubo un punto en el que intenté expandirme a otros mercados, como Atlanta. Casi cerré un trato que parecía correcto, pero al final no sucedió. Fue decepcionante, pero me obligó a detenerme y preguntarme: ¿Qué estoy haciendo mal? ¿Cómo puedo mejorar?
El punto en el que comencé a cambiar de dirección fue gracias a conversaciones con compañeros con más experiencia que yo. Alguien me dijo una vez una frase que se me quedó grabada:
"¿Sabes lo que buscan tus inversores? Dáselo."
Suena simple, pero me obligó a empezar a pensar no sólo en el acuerdo en sí, sino también en la otra parte: ¿qué necesitan para sentirse seguros al poner su dinero sobre la mesa?
¿Y qué pasa con los grandes negocios?
En ese momento, Maor, mi socio, sugirió que empezáramos a buscar ofertas en el Área de la Bahía. Para ser honesto, lo que me desanimó no fue lo competitivo que era el mercado, sino el tamaño de las cifras. Me resultaba difícil imaginarme lidiando con transacciones que requieren un capital tan grande.
Pero en lugar de rendirnos, lo tomamos como un desafío. Comenzamos a analizar transacciones exitosas en estas áreas, a comprender las estrategias detrás de ellas e identificar patrones.
¿Qué aprendí en el camino?
• Cambio de mentalidad:
Las cifras pueden ser grandes, pero el acuerdo en sí sigue siendo un acuerdo. Las leyes no cambian: todavía es necesario un análisis correcto, una comprensión del mercado y una adaptación a las necesidades de los inversores.
• Persistencia y mejora:
Al principio hicimos muchas ofertas, la mayoría fueron rechazadas. Cada rechazo nos hizo mejorar un paso más en el proceso: perfeccionar nuestros análisis, hacer las propuestas más precisas y consultar con personas más experimentadas.
• Una oportunidad que se adaptaba a:
Finalmente, llegó un acuerdo que parecía una oportunidad real. Un vendedor mayor que lleva un año intentando vender una propiedad sin éxito. Nuestro análisis mostró que había potencial aquí y pudimos presentarle una oferta que coincidía exactamente con lo que estaba buscando.
Entonces, ¿qué significa realmente "crecer"?
Aprendí que no se trata sólo de los números, sino también de la confianza para afrontar nuevos desafíos. Comprenda cómo gestionar renovaciones de otras magnitudes, cómo fijar el precio correctamente en un mercado competitivo y cómo trabajar con un equipo sólido para lograr resultados.
Pero lo más importante es que me di cuenta de que todo lo que aprendí en el camino (las cirugías, las consultas, incluso los errores) me prepararon para los momentos en los que siento que realmente sé lo que estoy haciendo.
Hoy, la propiedad que terminamos de renovar está listada para la venta y comienza un nuevo desafío.
¿Es perfecto? no. Todavía estoy aprendiendo. Pero ya sé que estoy en el camino correcto.
Si tú también sueñas con grandes negocios te digo: es un proceso.
Requiere experimentar, aprender, caer y volver a levantarse. Y más que eso: requiere fe en su capacidad para crecer, paso a paso.
Si tiene alguna pregunta sobre esta transición, estoy aquí para compartir mi experiencia.
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