¿Cómo afrontas las decepciones y las conviertes en lecciones para el futuro?
#יםמהשבוי Gil Levy #post4
¡Guau, mi miércoles contigo! Estoy muy emocionado de continuar compartiendo ideas y lecciones de mi proceso con ustedes. Hoy quiero tocar un tema que me ha estado ocupando mucho últimamente, un tema que creo que todos y cada uno de nosotros encontraremos en algún momento: ¿cómo afrontamos las decepciones, los fracasos, las pérdidas o simplemente las situaciones que no ¿No salió como esperábamos?
En el ámbito inmobiliario, estos acontecimientos forman casi parte de la vida cotidiana. Podría ser una sorpresa detrás de las paredes en medio de una renovación, un inquilino que de repente deja de pagar, una reseña negativa sobre un anuncio o incluso una temporada de sequía total en Airbnb. ¿Suena duro? bien. Pero aquellos que aman este juego, aprenden a crecer con él.
Entonces, ¿cómo me las arreglo?
Mi enfoque siempre comienza con algo simple: detenerse. Darme un momento para experimentar los sentimientos, no huir de ellos. La ira, la frustración, la tristeza, la ansiedad, la incertidumbre: todas ellas son legítimas. Sentir es humano y no debe reprimirse.
¿El siguiente paso? Análisis.
Cuando recuerdo un determinado acontecimiento, me pregunto:
¿Qué pasó exactamente?
¿Qué no funcionó?
¿Qué estaba bajo mi control y qué no?
¿Cómo puedo tomar lo que pasó y mejorar para el futuro?
Cuando me enfrento a una situación en tiempo real, pregunto:
¿Dónde estoy ahora?
¿Cuáles son las mejores opciones para una solución o mejora?
¿Cómo saco lo mejor de la situación?
Una vez que lo desglosas en factores, a menudo llegas a ideas importantes que conducen a un crecimiento real.
¿Qué me ayuda a mantenerme optimista?
Una frase que siempre me digo: "Hasta que no se acabe, no se acaba". Me recuerda que incluso en momentos en los que parece no haber solución, las cosas pueden cambiar en el último momento. Muchas veces es precisamente el intento de seguir intentándolo -sin rendirse- lo que conduce al mejor resultado.
Otra cosa que me mantiene adelante es mi círculo de apoyo. Hablar con alguien cercano que me comprenda (un socio, un buen amigo o un colega) puede restablecer mis proporciones y ayudarme a seguir adelante.
¿Y lo más importante? Recuerda que las decepciones son una lección.
Los veo como entrenar un músculo. Cuanto más enfrentas decepciones, más desarrollas resiliencia y flexibilidad que te permiten avanzar de mejor manera, incluso cuando el camino es difícil.
qué pasa contigo ¿Cómo afrontas esos momentos? Compártelo conmigo en los comentarios: estoy aquí para leerte y aprender de ti también.
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